3 barreras que te impiden alcanzar tus objetivos

Este artículo puede ayudarte si tenés un sueño, un proyecto o un objetivo en mente hace varios meses y sentís que no avanzas. A todos nos pasa que tenemos miles de ideas que nos entusiasman y queremos concretar. Pero, por un motivo u otro, dejamos que el tiempo pase (a veces hasta sin notarlo) porque:

No sabemos cómo empezar.

No tenemos constancia y terminamos abandonando. 

Nos perdemos en las urgencias del día a día.

Sentimos que perdimos el entusiasmo por lo que queríamos alcanzar.

 

Entonces, ¿cuál es el secreto para lograr lo que te propongas?¿cuál es la diferencia entre las personas que hacen que las cosas suceden y las que todavía siguen anhelando lo que quieren alcanzar?

 

Antes de seguir me gustaría contarte que este artículo lo escribo unos días después de cumplir uno de los objetivos que me propuse a fines del 2017 y que viví con mayor intensidad en los últimos seis meses. 

Siempre recomiendo detenerse unos minutos a reflexionar sobre las situaciones que vivimos. Más allá que las consideremos buenas o malas, son una oportunidad para aprender más sobre nosotras mismas. Esto ayuda a salir del piloto automático y a cuestionarnos comportamientos que nos distancian de disfrutar el camino hacia objetivos que nos generan ilusión. 

Esta experiencia me permitió conocerme más sobre “cómo funciono” en relación a mis objetivos y me dejó varios aprendizajes. Si bien todavía sigo procesando lo vivido para compartirte una síntesis de un contenido que te sea útil para alcanzar tus objetivos profesionales, ya quiero compartirte algo que estoy segura que marca la diferencia en el camino hacia tus objetivos. 

Quiero adelantarte que no se trata de cómo definas tus objetivos, no se trata de capacitaciones y formaciones, no se trata de sacrificar tu tiempo y energía para llegar a la meta. Esto lo digo porque siempre me sentí identificada con todo lo anterior. Siempre me gustó ponerme objetivos pero, a partir de esta experiencia, empecé a notar que el entusiasmo provenía de la posibilidad de alcanzarlo. Mi mente estaba totalmente enfocada en el resultado y esto hacía que me desconectara del proceso. 

 

Por eso ese algo que marca la diferencia en el camino hacia tus objetivos está DISFRUTARLO.

Puede sonar evidente pero ¿realmente lo aplicas?¿tu entusiasmo viene de la acción en sí misma o de pensar en lo que obtendrás con esa acción?

Por ejemplo, en este momento en que escribo este artículo puedo pensar en dos situaciones. Por un lado, enfocarme en terminar de escribirlo para que cierta cantidad de personas que quiero que lo lean. Por otro lado, enfocarme en disfrutar escribirlo y compartir esta informaciòn porque estos temas me encantan y estoy convencida que son útiles independientemente de cuántas puedan leerlo o no. Son dos enfoques que pueden hacer la diferencia, en uno pienso en el resultado y en el otro me conecto con el entusiamo que me genera el proceso. 

 

¿Qué te impide disfrutar el camino hacia tus objetivos? 

 

Existen tres barreras que te alejan de disfrutar proceso. No  superar estas barreras puede conducirte a los comportamientos que te comentaba al principio: no empezar, abandonar a mitad de camino por diferentes motivos y ya no sentir entusiasmo por lo que querías alcanzar. 

 

Barrera 1: Cómo gestionas tu diálogo interno.

Tus conversaciones internas pueden ser peligrosas si se trata de encontrar motivos de por qué no deberías animarte a cumplir tus objetivos. Todo lo que te decís tiene un impacto en cómo te sentís y, en definitiva, las acciones que decidas emprender o no. 

Por ejemplo, puede ser que un objetivo sea tener tu blog o escribir un artículo sobre un tema que te gusta mucho pero te decís “no soy buena escribiendo”. Es un juicio que haces sobre tu capacidad de hacer algo. Es importante estar atenta a esos diálogos y empezar a hacerte preguntas para cuestionarte. No des por sentado lo que decís que no podés hacer. 

 

Te propongo que empieces a hacerte estas preguntas:

1.¿Para qué te lo estás diciendo? Por ejemplo, puede ser que estas preguntas te lleven a darte cuenta que te lo decís para ni siquiera enfrentar ese momento porque te da miedo. Miedo a no poder, miedo a que no sea lo suficientemente bueno, miedo a lo que van a decir otros de lo que escribís, etc…

Por ejemplo, puede ser que estas preguntas te lleven a darte cuenta que te lo decís para ni siquiera enfrentar ese momento porque te da miedo. Miedo a no poder, miedo a que no sea lo suficientemente bueno, miedo a lo que van a decir otros de lo que escribís, etc…

2.Al decir que “no soy buena escribiendo”, ¿con quién te estás comparando? ¿Cuál es tu estándar de alguien que es buena escribiendo?

3.Decir “ no soy buena escribiendo” es una expresión muy general. ¿en qué áreas o aspectos de tu vida lo probaste para decirlo? ¿en tu trabajo?¿en tu vida personal?

4. ¿Cuáles son los hechos concretos que hacen que digas que no sos buena escribiendo?

 

Este es un ejemplo de preguntas que trabajamos en las sesiones de coaching para cuestionar los juicios que tenés sobre vos misma. Es muy importante desarmar tu diálogo interno que puede mantenerte en una falsa comodidad, impidiéndote avanzar en tus objetivos. 

 

Barrera 2: Cómo gestionas tus emociones

Relacionado a la barrera anterior, todo lo que te decís internamente afecta en cómo te sentís. Es necesario identificar las emociones que no son funcionales para que alcances tus objetivos.

Las emociones primarias que te pueden alejar de tus objetivos son el miedo, enojo y la tristeza. No son ni buenas ni malas sino que están ahí para mostrarte algo de vos mismas. No hay que ignorarlas, hay que amigarse con ellas y descubrir qué nos quieren decir. 

Siguiendo con el ejemplo anterior podemos decir que decir “no soy buena escribiendo” nos conecta con el miedo del momento de escribir o el momento de que alguien lo lea. Nos genera el instinto de protegernos de esa situación y no actuamos. Con el coaching trabajamos en la reconstrucción a través de nuestras palabras de lo que significa ese miedo. En este artículo te cuento más sobre cómo amigarte con tus miedos. 

También nos podemos hacer preguntas ante esas emociones:

Para el miedo: 

¿Qué te asusta? ¿Qué imaginas que puede suceder? ¿Qué pérdida te genera si eso sucede? ¿Qué te hace pensar que eso puede pasar? ¿Si pasara te haría daño?

¿Hay alguna forma de reducir la probabilidad de que eso suceda? ¿Qué te necesitas o te puede ayudar para que eso no suceda?

Para el enojo:

¿Qué te hace enojar?¿qué daño te causó?¿ Quién  o qué evento lo provocó?¿Qué límites no se respetaron?¿Qué hechos lo evidencian?¿Hay alguna forma de expresar tu reclamo de manera constructiva?

Para la tristeza:

¿Qué te genera tristeza? ¿Qué crees que perdiste? ¿Que te lleva  pensar que lo perdiste?

¿Qué valor tenía eso para ti? ¿Cómo podrías transitar esa pérdida y celebrar lo importante que eso fue para ti aunque ya no esté más en tu vida? ¿Hay algo más que te ayudaría a sentirte mejor?

 

Barrera 3: No tener claridad y conciencia diaria sobre qué te genera entusiasmo de tu objetivo.

Esto tiene que ver con el SENTIDO que tiene ese objetivo en tu vida.¿Para qué lo querés alcanzar? ¿Qué te moviliza a dedicar tiempo y energía a ese tema?. Esto es uno de los componentes claves de la fórmula que uso para mantener la motivación. Aquí lo podés leer.  

No es suficiente pensar sobre ese sentido una vez y después olvidarlo. Es necesario trabajarlo como un recordatorio frecuente en tu vida. Así te transmitirá la misma energía y entusiasmo que sentís cuando sos consciente de las razones que te impulsan a alcanzar tu objetivo.

 

 

No existe un secreto para lograr un objetivo. 

 

Sin embargo, estoy segura que existe un sentimiento que te conduce a actuar para alcanzarlo.  Para eso es necesario que adoptes y apliques tus propias herramientas. Podés inspirarte de otros pero la diferencia es que puedas crear tu manera.

Estas tres barreras son para que las trabajes en tus propios términos. Dedicá tiempo de calidad para notar con cuál te sentís más identificada y creátu manera de experimentarlas y superarlas. Estoy convencida que así podrás descubrir tu forma de disfrutar del camino hacia tus objetivos.

 

 

Contame, ¿sentís que el tiempo paso y te cuesta lograr lo que te propones? ¿te gustaría recibir más información sobre las barreras que te alejan de tus objetivos? ¡Me encantaría leer tus comentarios sobre este tema!

Un beso y un abrazo,

Tami

P.D: También podés seguirme en redes donde iré compartiendo más información sobre coaching y mi experiencia trabajando y viajando en Instagram

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