En las sesiones de coaching se trabajan procesos de transformación personal. Sin embargo el disparador que impulsa a una persona a querer un cambio puede ser de diferentes tipos (aunque siempre estén interrelacionados). Si el disparador tiene que ver con cuestiones de trabajo-que es lo que trabajo en mis sesiones-pueden aparecer muchos factores y entremezclados.
Aparecen frases como “me interesa mi trabajo hasta lo disfruto, pero siento que me falta algo”, “no me siento dueña de mi tiempo”, “no me gusta mi trabajo pero es lo que estudié”, “ aunque me guste mi profesión, trabajando de “xxxxxx” no se gana nada”, etc..
Por eso es necesario definir y trabajar sobre “qué” queremos cambiar de nuestra situación actual y después encontrar la herramienta o ayuda, el “cómo” que necesitamos para hacerlo realidad.
Me gusta mucho la siguiente frase que nos recuerda lo necesario y valioso que es dedicar tiempo para conocerse.
De todos los conocimientos posibles, el más sabio y útil es conocerse a sí mismo.
William Shakespeare
Por eso me gustaría que tengas en cuenta que el tiempo de calidad que dediques a tu autoconocimiento, más allá de las guías y acompañamientos que puedas tener, es algo que depende sólo de vos. Justamente este post es para aquellas personas comprometidas con su desarrollo personal, las que puedan hacerse el tiempo necesario para pasar a la acción y completar estos pasos.
Y ese es tu caso, no perdamos más tiempo y ¡empecemos!
Antes de iniciar un cambio y planificar cómo lograrlo es necesario revisar y reflexionar sobre tu vida actual: qué te gusta hacer, cómo es tu rutina y si lo que hacés cada día te hace sentir plena. Esta revisión la dividiremos en 4 pasos:
Paso 1: Revisión de tu día a día.
Empecemos reflexionando sobre dónde estás hoy, cómo es tu rutina diaria y qué sensaciones te genera. El objetivo es que puedas tener más presente todas las cosas que hacés en el día, para tener una visión general e identificar sensaciones sobre tu vida actual.
¿Qué hacés en tu día a día? Hacé un listado de todas las actividades que realizás en en el día o en tu semana.
¿Cuánto tiempo dedicás por semana a cada una de esas actividades?
Marcá con color las actividades que más te gusta hacer dentro de tu lista. ¿Qué refleja tu distribución del tiempo?
¿Cuáles son las actividades, hobbies e intereses que más te gustan?¿Cuánto tiempo les dedicás en tu semana?
Al observar tus respuestas anteriores, ¿qué sensaciones te genera? ¿con qué aspectos te sentís feliz y conforme? ¿En cuáles te gustaría enfocarte para iniciar cambios en tu rutina diaria?
Paso 2: Revisión de tus fortalezas.
Ahora es momento para que te centres aún más en vos. Esto es trabajo de introspección porque no tiene que ver con lo que “hacés” sino con el redescubrimiento de tu “ser” . Es necesario para sacar a la luz esas fortalezas o talentos que tenés, y que por diversos motivos en este momento o los deconocés, no lo estás aprovechando en su máximo potencial o no sabés cómo aplicarlo.
¿Qué cosas o actividades sentís que te salen bien con naturalidad en las distintas áreas de tu vida? ¿Qué tienen en común?
¿De qué depende que hagas las actividades en las que sos buena?
Escribí 3 aspectos de tu personalidad en los que te destacás . ¿Por qué los elegiste?
Cuáles son los rasgos de tu personalidad que te gustaría trabajar?
Al observar tus respuestas anteriores, ¿qué aspectos sobre vos misma descubriste? ¿Cuáles te gustaría utilizar aún más? ¿Y qué tema querés enfocarte para explorar?
Paso 3: Revisión de tu trabajo actual.
En este paso quiero que te enfoques en tu trabajo actual: cómo te sentís, qué te gustaría cambiar y qué destacas de tu experiencia ahí.
Hace una lista de todas la tareas de tu trabajo: marca cuáles te gustan.¿Tienen algo en común?
¿Cómo te sentís en tu rutina laboral?¿Cómo te sentís con tu entorno?
¿Qué cambiarías de tu trabajo actual para sentirte mejor?
Al observar tus respuestas anteriores, ¿qué aspectos sobre tu trabajo redescubriste? ¿qué es lo primero que te gustaría cambiar de tu situación actual?
Paso 4: Revisión de tus pensamientos y sentimientos.
Para iniciar este proceso de cambio hacia un manera de trabajar en la que disfrutes y puedas aplicar tus fortalezas también es necesario que tomes consciencia de ciertos pensamientos y sentimientos.
La manera en la que pensamos y sentimos tienen el poder de abrirnos a nuevas posibilidades o, todo lo contrario, nos hagan permanecer en la situación en la que estamos. Trabajar nuestra manera de pensar y de sentir también es un ejercicio al que hay que dedicarle tiempo pero es sumamente necesario para contar la actitud emocional y mental indicada para trabajar de lo que nos gusta.
¿Cuáles son los pensamientos que sentís que te limitan?
¿Cómo te sentís en tu día a día?¿Alegre,triste,motivado, con o sin energía?
¿Cuáles son las oportunidades que encontrás actualmente para poder tener un trabajo que disfrutes?
¿Cuáles son las principales trabas que observás para tener ese tipo de trabajo?
Al observar tus respuestas anteriores, ¿cuál es el principal punto fuerte que tenés? ¿y cuál es la mayor traba que encontrás?
Por último te propongo que te preguntes:
¿Qué fue lo que más te llamó la atención de tus respuestas? ¿Cuál es tu principal motivación para tener un trabajo que disfrutes y en el que puedas aplicar tus fortalezas?
Autoconocimiento para pasar a la acción
Estos pasos son parte de las preguntas que aplico en mis sesiones de coaching; para reconocer cuáles son tus virtudes, fortalezas y cómo aplicarlas en tu trabajo. El objetivo es que a través del autoconocimiento puedas encontrar una manera de trabajar que te haga sentir plena y realizada.Es autoconocimiento basado en la acción. No sólo es reflexionar sobre vos misma sino también pasar a la acción para aplicarlo en tu manera de trabajar.
Estoy convencida que es necesario permitirnos un tiempo para salir del piloto automático de nuestro día a día. Poder reconocer qué actividades nos apasionan y cómo podemos sumar más en nuestra vida. Y esto requiere conocerse para tener más claridad de qué queremos y qué podemos hacer para lograrlo.
Porque creo que una de las cosas que más nos desgasta y afecta nuestro ánimo es dedicar varias horas de nuestro día a un trabajo con el cual no conectamos. Sin encontrarle un propósito.
Dejar el tiempo pasar por una supuesta estabilidad económica, por no encontrar el tiempo o no saber cómo empezar nos frustra y nos estanca en una rutina que nos impide expresar nuestro máximo potencial.
Por eso, te super recomiendo que te tomes un tiempo para vos, para reflexionar en qué situación estás, en qué querés poner tu energía y si lo que haces en tu día a día está conectado con eso.
Este proceso es muy personal e irás encontrando las herramientas que mejor te resulten. En este blog, yo utilizo el coaching porque fue lo que me sirvió para iniciar el cambio que quería en mi vida.
Si te interesa saber más sobre el coaching y cómo trabajo en mis sesiones, me encantaría saber más de vos. Podés dejarme un comentario o escribirme aquí
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